Prof. Manuel Antonio Montes Especialista en Informática Empresarial, Tecnología Educativa y Docencia Superior. |
La universidad colonial, se distinguió por haber creado modelos que aún mantienen universidades en la actualidad. Durante la época se fundaron 32 universidades entre pontificias y reales que muchas no llegaron a funcionar. La Universidad Colonial, fue una institución unitaria, y se regía por un sistema de aprendizaje libresco y memorista que no estimulaba la investigación científica.
Cuando se dio la independencia, surgió el modelo napoleónico, modelo que causó situaciones negativas en el área universitaria, alejando la ciencia y promoviendo la burocratización y la pérdida de la autonomía.
La reforma universitaria del Siglo XX produce cambios significativos y positivos en el área universitaria, ya que permite la creación de nuevas escuelas profesionales, logrando así la libertad docente y la reglamentación del sistema de concurso de cátedra. En el año 1968, se presentan diferentes transformaciones en el área universitaria que van a generar más modificaciones importantes. No obstante se entiende que aún están pendientes hacer más cambios universitarios para cumplir con las necesidades de la sociedad y los requisitos de acreditación. Estos cambios deberán tener en cuenta la promoción de los conocimientos y la cultura.
LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y UNIVERSITARIA EN PANAMÁ
En Panamá los antecedentes de la Universidad son:
· Siglo XVII: Pontifica Universidad de San Javier, fundada por Francisco Javier Luna y Castro. Feneció con la expulsión de los jesuitas diecisiete años más tarde.
· Siglo XIX: Colegio del Istmo.
· Era Republicana: En 1904 se fundó la Facultad de derecho y la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas. En 1920 la escuela de Farmacia. En 1933 la Universidad Popular. En 1935 la Universidad de Panamá, obra del Dr. Octavio Méndez Pereira.
· Década de los setenta: Se inicia la importancia de la profesionalización de la docencia con la aparición de cursos de post grado en docencia superior.
A inicios del Siglo XXI: Se incrementó el interés en la capacitación pedagógica de los docentes, como una forma de responder al nuevo contexto que tiene como fundamento el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico.
El Siglo XXI, igualmente, ha aportado cambios radicales y de beneficios para la sociedad. Estos cambios han exigido el compromiso de la universidad con la capacitación docente, con la promoción de una excelente calidad estudiantil y la revisión y actualización constante de sus programas. Como resultado podemos percibir el creciente desarrollo de postgrados en docencia superior, que buscan preparar a los docentes en el área científica y tecnológica; además de cumplir con las exigencias de la sociedad y de los individuos.
Es claro que todas las universidades tienen fines en común, acreditar al recurso humano altamente profesional, con visiones amplias que representen el progreso del país y mejoramiento de la calidad de vida. En éste desafío el desarrollo de la educación se considera como un proceso que debe ser dinámico, y que sólo podrá efectuarse en un clima de creatividad y originalidad.
CONCLUSIÓN
A lo largo de la historia se ha demostrado que la educación es una actividad importante en el progreso de la sociedad. Por lo que la educación en las universidades, ha sido desde tiempos antiguos a la fecha una aspiración vinculada con el progreso de la humanidad y la sociedad. La educación consiste en lograr que la humanidad pueda dirigir y estructurar su propio desarrollo; así como garantizar que cada individuo se responsabilice de su destino y contribuya al progreso de su sociedad con la participación solidaria de sus integrantes. Es de gran valor regresarle a la educación superior el sitial que mantuvo en sus inicios y reconocer que ésta no es solamente vital “como agente económico sino [vital] al desarrollo del ser humano. Es decir, a la concepción más amplia de una educación a lo largo de toda la vida, concebida como la condición de desarrollo armonioso y continuo de la persona" (Delors, 1997: 84).
Basando nuestro análisis en este contexto debemos reconocer que en la actualidad, las Universidades de América Latina, tienen el compromiso social de seguir aspirando a ser instituciones de éxito, cumpliendo de éste modo con las exigencias que la sociedad reclama de la profesión docente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Sus comentarios son importantes siempre, saludos Prof. Manuel