La enseñanza del inglés por medio de entornos virtuales de aprendizaje
Hoy en día es innegable la importancia de aprender una lengua extranjera, necesaria para el ámbito laboral, académico y aún turístico. Si bien no hay un único método, diferentes investigadores y pedagogos han destacado la necesidad de su enseñanza en contextos formales ligados a los procesos de meta cognición y aprendizaje autorregulado.
En el marco del proceso de enseñanza y aprendizaje, se destacan claramente dos roles: el docente y el estudiante. El docente no se limita a ser sólo un suministrador de información, sino que toma parte activa, acompañando al estudiante en su proceso de construcción del conocimiento. Compartir el proceso de aprendizaje con el estudiante implica considerar sus intereses y expectativas y, además, ayudarle a activar las estrategias o procesos mentales que le van a llevar a un mejor aprendizaje.
Así, analizar los procedimientos que utiliza el estudiante para aprender y la valoración que efectúa de los mismos, es muy útil para tomar decisiones sobre las propuestas curriculares y metodología que se van a emplear. Tanto en entornos presenciales como virtuales, es el docente con su experiencia y bagaje académico quien propondrá un plan de trabajo adecuado para cada estudiante según sus necesidades y trayectos previos, dando como resultado un andamiaje vital para el proceso de aprendizaje.
El estudiante, por su parte, será quien modele su propio camino en el desafío de aprender una lengua extranjera. Las estrategias que desarrolle lo ayudarán a incorporar nuevos contenidos y a organizarse en forma autónoma. Me refiero a estrategias de autoevaluación y de auto-regulación, asociadas a procesos cognoscitivos y estrategias de planeación para definir metas educativas y su relación con metas personales.
Se trata de un proceso intelectual voluntario e intencional que el estudiante asume de forma responsable. Los encuentros entre los estudiantes y los docentes o tutores resultan altamente productivos para hacer los ajustes necesarios.
El estudiante a distancia, por ejemplo, es el motor y el eje de su propio aprendizaje; el tutor funciona como apoyo en el proceso de estudio y comprensión de los contenidos, haciendo énfasis en la apropiación del conocimiento disciplinar y las competencias profesionales, como orientador y brinda apoyo al estudiante para superar con éxito su trabajo académico a distancia.
Al aprender inglés, el estudiante:
• Desarrolla el pensamiento crítico y creativo.
• Asume la ante su formación.
• Se capacita en forma constante para buscar, organizar y aplicar la información.
• Vivencia el aprendizaje cooperativo al realizar las asignaciones.
• Auto reflexiona sobre su propio aprendizaje preguntándose ¿qué?, ¿para qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿Dónde? Y ¿con qué?
• Comprende la realidad personal, social y ambiental de sus problemas y soluciones.
• Las herramientas que se desarrollan para aprender inglés en forma autónoma son entonces amplias y pueden estar al alcance de todos.
• Aprender inglés es parte del perfil del sujeto que aprende y se prepara para el siglo XXI.
Rol del docente en el uso de las TIC´s para la enseñanza del inglés.
El docente ha realizado una apropiación personal de los artefactos informáticos, su intención y capacidad como usuario los convierte en instrumentos y medios para la representación, generación y comunicación de conocimientos disciplinares. Por lo tanto, se comprende tanto las posibilidades que brindan en relación con los contenidos curriculares como su interacción con ideas centrales relevantes de la disciplina. A partir de este repensar de su práctica docente surgen las necesidades de incorporar los medios tecnológicos al aula. Por cuanto el docente, como señala Crookes (2003, p. 68): ha encontrado dificultades o problemas didácticos para cuya solución explora el uso de estos materiales con las estrategias apropiadas en situaciones específicas y los analiza críticamente, es decir, desarrolla esquemas de acción para su integración a las actividades de aprendizaje; ha decidido promover mejores aprendizajes haciendo que sus estudiantes trabajen con problemas significativos, relevantes, del mundo real y utilicen medios que les brinden mayores oportunidades de retroalimentación, reflexión y revisión; ha decidido expandir las interacciones personales, propias y de los estudiantes, las oportunidades de intercambio con otras personas.
El docente, en su nuevo rol, no se incomoda al no ser la única fuente del conocimiento (Brown & Rodgers, 2002; Castillo & Polanco, 2005). Por lo tanto, el docente actúa como guía y mediador del aprendizaje liberándose, en cierta medida, de ser el único responsable de la comunicación de los conocimientos (Castillo & Polanco, 2005). A partir de ello, el proceso de enseñanza y aprendizaje alcanza consensos de responsabilidad compartida, como lo señala Monereo (2006, p. 47), al definirlo como el “nosotros”, ya que el estudiante tiene la misma responsabilidad por aprender que al docente enseñar. A modo de ejemplificar la situación de aula Moglia y Cuesta (2008) añaden que, cuando se presentan problemas operativos que el docente no puede resolver, cuenta con la colaboración de estudiantes más hábiles en este aspecto. Por lo tanto, el docente no necesita esperar a tener un dominio total de la operatoria de los recursos tecnológicos para llevar a cabo las actividades.
Tanto la metodología como la visión de la enseñanza conforman los aspectos que guían el accionar de los docentes a nivel de aula. De este modo, es posible determinar que los distintos roles que asumen los docentes son un acto racional y no ajeno a la realidad que los convoca al aula. Es decir, este conocimiento que surge a nivel de aula y que retroalimenta su proceder viene a confirmar que los docentes, como profesionales de la educación, insertan tanto en sus actividades como en sus metodologías de enseñanza las motivaciones de sus estudiantes, las metas institucionales que determinan lo que se ha de aprender, y marcan su proceder áulico de manera particular e individual.
Los estilos de aprendizaje en el campo del inglés como lengua extranjera
Las diferencias individuales deben valorarse por cuanto ponen de manifiesto el carácter único de cada personalidad. Individualmente, nuestras configuraciones nos otorgan identidad como persona; tomadas en conjunto, expresan la riqueza de nuestra cultura (Joyce, Weil, & Calhoun, 2002).
Para el metodólogo Macaro (2005) dentro de un grupo existen cuatro estilos de aprendizaje. El ‘entusiasta’, quien mira al docente como punto de referencia y está comprometido con los objetivos del grupo de aprendizaje; el ‘oracular’, quien también se concentra en el docente, pero se orienta más a la satisfacción de objetivos personales; el ‘participante’, quien tiende a concentrarse en los objetivos y la solidaridad del grupo; y el ‘rebelde’, quien se concentra más en la satisfacción de sus propios objetivos. Oxford (2011) también aporta a la discusión con su modelo de estrategias de aprendizaje, transversal a la enseñanza de cualquiera habilidad lingüística. Por su parte, Richards & Lockhart (2007) hacen referencia a los estilos cognitivos en el aprendizaje como características cognitivas o comportamiento psicológico “que sirven como indicadores estables de cómo el estudiante percibe, interactúa con y responde a los ambientes de aprendizaje”. Los estilos cognitivos, entonces, pueden ser descritos como predisposiciones particulares de acercarse al aprendizaje y que se relacionan de manera inmediata con los tipos de personalidad. Las distintas formas en las que las personas responden a las situaciones de aprendizaje son reflejo de las diferencias entre sus estilos cognitivos.
Finalmente, Montijano (2001, p. 102) sugiere que este tipo de diferencias reflejan los estilos cognitivos de cuatro tipos de estudiantes:
Ejemplo concreto
Los estudiantes con este estilo de aprendizaje usan medios activos y directos para recopilar y procesar la información, ya que están interesados en aquélla que tiene valor inmediato. Son curiosos, espontáneos, y dispuestos a tomar riesgos. Les gusta la variedad y un cambio constante del ritmo. Les disgusta el trabajo de aprendizaje rutinario y escrito, y prefieren experiencias verbales o visuales. Les gusta estar entretenidos, y les agrada estar físicamente comprometidos en el aprendizaje.
Ejemplo analítico
Los estudiantes con estilo de aprendizaje analítico son independientes, les gusta resolver problemas, bosquejar ideas y desarrollar principios por sí mismos. Este tipo de estudiante prefiere las presentaciones lógicas y sistemáticas del nuevo material con oportunidades para continuar por sí mismos. Se trata de individuos serios, auto-exigentes y vulnerables al fracaso.
Ejemplo comunicativo
Los estudiantes con un estilo comunicativo prefieren un enfoque social del aprendizaje. Necesitan reforzamiento e interacción personal y aprenden significativamente a partir de las discusiones y actividades de grupo. Ellos abogan por clases democráticas.
Ejemplo orientado a la autoridad
Los estudiantes con un estilo de aprendizaje orientado a la autoridad son responsables y dependientes. Les gusta y necesitan estructuras y progresiones secuenciales. Prefieren al docente como una figura de autoridad, por lo que se relacionan bien con la clase tradicional. Les gusta tener instrucciones claras y saber exactamente que están haciendo, no se sienten cómodos con discusiones que lleven a construir consensos.
En resumen, los estilos de aprendizaje permiten visualizar la individualidad del estudiante a partir de sus propias formas de percibir y ponerse en contacto con el ambiente diseñado para el aprendizaje. Consecuentemente, a partir de esta información, los docentes pueden retroalimentar las metodologías de enseñanza utilizadas en el aula, acomodarlas y flexibilizarlas para ajustarse a las necesidades y formas de aprender de cada estudiante o grupo.
Enseñanza de la lengua inglesa y el uso de medios tecnológicos para fortalecer el aprendizaje.
El aprendizaje de una lengua extranjera considera múltiples factores que convergen y se interrelacionan de manera tal que el estudiante pueda alcanzar el dominio de una lengua y, con ello, significar una realidad y dar valor a los elementos que conforman los aspectos sociales y culturales de ella. El proceso de aprendizaje del inglés se actualiza, hoy en día, a través del uso de las TIC´S en el aula. Esto permite cambiar la mirada del antiguo esquema de aprendizaje guiado, por uno de participación activa del estudiante y del docente.
Las nuevas tecnologías no solo constituyen un conjunto de herramientas al servicio de las actividades de enseñanza y aprendizaje, sino que conforman un entorno, un espacio, un ciberespacio, en el cual se producen las interacciones humanas (Callister & Burbules, 2006). Es así como el proceso de enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera ha experimentado un extraordinario desarrollo en los últimos tiempos, especialmente por la gran ventaja de interactividad que ofrecen los medios tecnológicos.
Según Harmer (2001), los programas computacionales de enseñanza de la lengua ofrecen al estudiante la oportunidad de estudiar conversaciones y textos, realizar ejercicios de gramática y vocabulario y, aún más, escuchar los textos y grabar sus voces. Por lo tanto, es innegable su utilidad y el grado de motivación que ellos representan para el estudiante. En Panamá, los medios tecnológicos han supuesto un avance extraordinario en la enseñanza y aprendizaje de idiomas, particularmente con el uso de los textos acompañados con CD ROM donde se almacenan imágenes, vídeos, lexicones, informaciones y programas con los que el usuario puede realizar todo tipo de ejercicios: desde los ejercicios auditivos, hasta correcciones de pronunciación, pasando por aprendizaje de vocabulario, fraseología, gramática y todos los elementos que supone el aprendizaje de un idioma.
Por su parte, Callister y Barbules (2006, p. 29) agregan que los sistemas de enseñanza y aprendizaje de idiomas, basados en medios tecnológicos, con la independencia de la interactividad, en general ofrecen: a) Variedad de canales informativos e instructivos: lengua oral, lengua escrita, lenguaje icónico e ilustraciones y situaciones animadas (técnicas cinematográficas, dibujos y caricaturas). b) Facilidad de consulta, tanto de diccionarios interactivos como de contextos de comunicación. c) Diversidad de técnicas y métodos. d) Compatibilidad y complementariedad con la enseñanza convencional en clase con un docente. e) Libertad de horarios y, a la vez, dependencia de sistemas informáticos. f) Elección personal de nivel (enseñanza individualizada). g) Posibilidades de atender eficazmente la diversidad.
En la actualidad, Internet es un contexto en el cual se dan interacciones que combinan y entrecruzan las actividades de indagación, comunicación, construcción y expresión. Por ello, se describe la Red como un espacio público, un lugar donde la gente se reúne para debatir, como lo hacía en el ágora de la antigua Grecia. Se trata de un entorno cooperativo donde los investigadores y creadores comparten ideas, co-construyen nuevos conceptos e interpretaciones, promueven relaciones humanas exclusivas, que sólo son posibles en ese entorno (Callister & Burbules, 2006).
El contacto que se puede establecer entre personas a través de distintas formas en Internet enriquece las posibilidades del aprendizaje de una lengua extranjera. Para Harmer (2001), los correos electrónicos permiten a los usuarios contactar a personas y escuelas de todo el mundo, por lo que ha incrementado el desarrollo del inglés y especialmente la motivación. Neary (2002) destaca la diversidad de formas que toma la comunicación electrónica: de manera sincrónica están los chat, los juegos interactivos, los audios y videoconferencias, y los entornos virtuales; de modo asincrónico aparecen el correo electrónico, los foros electrónicos y los grupos de noticias. La enseñanza y el aprendizaje de la lengua con el uso de Internet empiezan a tener una importancia decisiva (Castillo & Polanco, 2005). Por primera vez, tanto docentes como alumnos tienen acceso al inglés desde cualquier lugar, por cuanto existe material de lectura disponible y, de manera creciente, sitios con sonidos y videos; el potencial es virtualmente interminable (Harmer, 2001). Entrenar a los estudiantes a usar ese potencial será de gran beneficio para ellos, especialmente si desean continuar estudiando por sí mismos.
En resumen, la multiplicidad de medios tecnológicos constituye parte de la vida cotidiana de cada individuo, lo que le permite estar en contacto con una gran cantidad de información. Indiscutiblemente, el aprendizaje de una lengua no solo considera sus aspectos lingüísticos, sino también los culturales, y en ello radica el fortalecimiento que generan las tecnologías al aprendizaje del idioma. Es decir, la apropiación que el estudiante hace de las nuevas pronunciaciones, vocablos y estructuras es el resultado de un trabajo consensuado entre docente y estudiante, quienes utilizan los elementos tecnológicos como instrumentos mediadores de mejores aprendizajes.
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